Bien, tenemos dos opciones, o mejor 3: la primera es que cada uno
trate de cambiar o de evitar esas cosas que al otro no agradan, la
segunda y creo es tu preferida es que cada uno haga lo que le de la
gana, sin importar si eso agrada o no al otro, y la tercera es que nos
separemos.
Siempre he pensado que en las relaciones que he
escogido siempre ha existido un vínculo de amistad que jamás he querido
romper, tal vínculo tiene que ver con la aceptación del otro, cuando
eres amigo de alguien te resbala si come o no come, si está estudiando o
no, creo que no deseas entrometerte en su vida, puede aconsejarlo si es
que esa persona te lo pide pero tratas de comprenderlo y aceptar lo que
es, lo que fue y lo que nunca será esa persona, puede que te sientas
triste como yo al enterarme lo que hicieron mis amigas por como se
sienten o lo que sus acciones afectan sus vidas, pero pese a que se les
de consejos no hacen lo que las hace feliz, sino justo lo contrario, así
somos, lo bueno no es atractivo siempre. Con un enamorado no puedes
seguir de esa manera, vivirá contigo algún día y tendrás que aguantar
sus vicios, sus conductas indelicadas todo en nombre del amor, hasta que
un día te vayas, no porque no lo ames sino porque el amor que te tienes
a ti misma hace que te sientas infiel y una destructora de ti misma al
aceptar conductas que jamás hubieses aceptado pero que lo aceptaste sólo
por amor, le hablas, le pides, le exiges, le adviertes, jamás escucha,
pero suelen escuchar cuando ya nos ven distantes y distraídas quizás
hasta con un nuevo hombre al que lamentablemente tendrás esperanzas de
que pueda congeniar contigo, de que modifique sus conductas destructivas
pero pasará lo mismo, la pregunta es y nosotras, ¿realmente hacemos un
esfuerzo por ser mejores en la misma cantidad que exigimos?
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